Pesadumbre desde la mesada hasta el borde del escalón;
pasando por sillas, mesa, bullicios de televisión y un repasador húmedo. El
aire espesa y retarda el reloj, haciendo la mentira del tiempo una mucho más
vil.
Voy a mover este imán, para ofrecer un sacrificio a la
costumbre. Vos, volvés a ubicarlo en “su lugar” para no alterar el cáncer que
crece en las paredes.
Vuelvo a ver la luz de la retardación, quién sabe esperando qué
cosa desarme la escena.
Incertidumbre de estar en el lugar incorrecto, o en el más
indicado del mundo.