Morime, y yo te muero,
en la caja debajo de la cama
hasta el suelo nortesur.
Dormime de tu fuerza, la que
apela a mi memoria.
Yo voy a exiliar la necedad de tu
no mañana,
tu descreencia.
Desmembrarte de la música, que tan
poca me queda
Yo juro desaparecer de tus
versos.
Vorazmente y a ciegas
Morime y yo te muero,
para siempre al fin.