Paga tu llamada la larga distancia


Cayó la sábana
la veladura ahogada.

Nos temblaron las manos.

Quisimos evitar el último trueno
Intentamos empujar
el carro tuerto de la rueda.

La ciega palabra
espalda acogida
No hicimos incendio.

Al calor de una braza húmeda
intentamos prender Fuego

Erramos, sí
como tontos
quisimos reinventarnos:
perecimos.

De nuevo la luz
allá lejos marca sendero

Tu barco arribó en distinto tiempo.