Primavera


Gracia de la caricia somnolienta,
de la dulzura de la fruta madura.
De tus dedos - de las yemas
que sangran flores.
De tu vocablo invisible
que recibe hasta el hartazgo.

Aunque a veces me cuestione,
me basta haber vivido tu recuerdo
que me he heredado,
y atisbar en tus cimientos
un diáfano reflejo.